|Actualidad | 31/07/2025 |

Alerta por una anomalía magnética que se acerca a Argentina


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Una gran anomalía en el campo magnético de la Tierra genera creciente preocupación en la comunidad científica. Se trata de la Anomalía del Atlántico Sur (AMAS), una zona donde el escudo natural del planeta frente a la radiación solar y cósmica es inusualmente débil. La región afectada, que abarca desde Brasil hasta el océano Atlántico, ahora incluye también parte del territorio argentino, lo que activó un monitoreo constante por parte de agencias internacionales como la NASA, el Servicio Geológico Británico y organismos norteamericanos.

¿Qué es la Anomalía del Atlántico Sur?

La AMAS es una especie de “abolladura” en el campo magnético terrestre, una región donde esa protección natural se debilita y deja más expuestos a los satélites que orbitan la Tierra. Fue identificada por primera vez en 1958, pero en los últimos años se expande y se desplaza hacia el oeste a razón de unos 20 kilómetros por año. Esto la está acercando cada vez más al cono sur de América, incluyendo zonas de Argentina, Paraguay y Bolivia.

Si bien no representa una amenaza directa para la vida humana, su crecimiento sostenido despierta inquietud por su impacto en tecnología satelital, telecomunicaciones y sistemas de navegación.

¿Qué riesgos genera?

El principal problema se da en el espacio, cuando satélites o instrumentos de observación cruzan la zona afectada. Allí, la debilidad del campo magnético hace que estén más expuestos a partículas de alta energía provenientes del Sol. Esto puede causar:

Fallas en componentes electrónicos

  • Pérdida de señal de GPS o telecomunicaciones
  • Errores en la transmisión de datos meteorológicos y científicos
  • Apagado temporal de equipos satelitales como medida de seguridad

Las agencias espaciales, como la NASA, desarrollan nuevos sistemas de protección y planificación orbital para mitigar estos riesgos.

¿Puede afectar a las personas en la Tierra?

Por ahora, no hay evidencia científica de que represente un peligro directo para la salud humana. La atmósfera sigue actuando como un escudo efectivo contra la radiación, incluso en las zonas de campo magnético más débil.

Sin embargo, los expertos advierten sobre efectos indirectos, especialmente durante tormentas solares:

  • Fallas puntuales en redes eléctricas
  • Cortes breves de señal móvil o de internet
  • Posibles errores en sistemas de geolocalización

Por eso, las áreas del norte y centro de Argentina se consideran en “vigilancia” dentro de los estudios de comportamiento geomagnético.

Un fenómeno bajo la lupa global

La AMAS también afecta una porción del suroeste de África, creando un corredor de debilidad magnética a escala intercontinental. El seguimiento se realiza mediante satélites de observación y modelos geomagnéticos en tiempo real, con el objetivo de anticipar variaciones críticas.

Entre los organismos que estudian este fenómeno están:

La NASA

  • El Servicio Geológico Británico (BGS)
  • Los Centros Nacionales de Información Ambiental (NCEI) de Estados Unidos
  • Y centros regionales de Sudamérica

Mientras el campo magnético continúa desplazándose, el monitoreo satelital es clave para anticipar riesgos y prevenir impactos en tecnologías críticas. La anomalía ya está más cerca de Argentina, pero el conocimiento científico avanza para entender y enfrentar sus efectos.