La Rioja lanzó su Previaje: devuelve el 50% de gastos en hoteles y pasajes, pero en su cuasimoneda Chacho
Ante la ausencia de políticas turísticas en el ámbito nacional, el gobierno de La Rioja lanzó su propio «Previaje». La iniciativa consiste en reintegrar hasta el 50% de los gastos que se realicen en hotelería y pasajes dentro de la provincia, en «Chachos», un bono provincial, con un tope de 150.000 pesos.
«Estos bonos pueden ser canjeados en restaurantes y otros comercios, de manera de impulsar la economía local», comentó Armando Zavattieri, representante de la Federación Hotelero Gastronómica de La Rioja (FEHGRA), durante la presentación de la iniciativa en Buenos Aires .
El Previaje Riojano está inspirado en la herramienta impulsada por el ex ministerio de Turismo de la Nación en 2020 para reactivar al sector en medio de la pandemia, y que se llevó a cabo exitosamente durante seis ediciones en todo el país.
La diferencia es que en el caso de La Rioja, su alcance es provincial y no hace falta abrir una cuenta en ningún banco ya que los «Chachos» -en honor al caudillo provincial Vicente Chacho Peñaloza (1798-1863), son billetes físicos de curso legal en la provincia.
Cómo funciona
La implementación del sistema es simple: «Hay que alojarse en un hotel registrado en el programa por un mínimo dos noches y luego llevar la factura correspondiente a cualquier punto de canjeen todos los departamentos de la provincia, donde se reintegrará el 50% de ese valor en Chachos», explicó el referente de FEHGRA.
«Por ejemplo, dos noches en una habitación doble, serían $140.000. Se pueden abonar con cualquier medio de pago y llevar la factura al centro de canje donde te devuelven $70.000 en Chachos para gastar en gastronomía, espectáculos, excursiones, combustible, casas de indumentaria y otros comercios de La Rioja», destacó.
El programa de incentivos, que había sido anunciado por el gobernador Ricardo Quintela en septiembre, comenzó a funcionar en octubre y estará vigente hasta el 27 de diciembre, con posibilidades de extenderlo a toda la temporada de verano.
«Lo que tiene de bueno es que en las distintas transacciones que se van haciendo con los Chachos, pagando IVA e Ingresos Brutos, vuelven impuestos a rentas provinciales y va el 21% a la coparticipación nacional. De este modo, de cada $100 que pone el Estado, $83 se recuperan en impuestos», comentó Zavattieri. Y adelantó que «también se hizo un convenio para un descuento de 50% con las empresas de ómnibus Flecha Bus, General Urquiza y Sierras de Córdoba, en los pasajes a La Rioja».
Turismo interno en caída libre
La balanza del sector turístico arroja un déficit que se agravó en el último año, principalmente por la falta de competitividad cambiaria que encarece a la Argentina como destino, al tiempo que favorece los viajes internacionales. En julio, el turismo emisivo creció un 26,5 % interanual, con 843.100 turistas que viajaron al exterior, lo que marcó el mayor récord desde 2017. Como contrapartida, la cifra de turistas que ingresaron a la Argentina fue la mitad: 427.200 viajeros.
Esto representó una caída del 16% con respecto al mismo mes del 2024. Se trata de la cifra más baja desde que se mide la actividad, solo superada durante la pandemia de coronavirus donde el turismo fue uno de los rubros más afectados.
Zavattieri describió a la situación del turismo en La Rioja como «muy dura, ya que la retracción del consumo comienza por los viajes y el esparcimiento. Por eso estamos implementando este ¨Movete con Chachos¨ con el gobierno provincial, para intentar salvar a una industria que mueve muchas otras» .
Finalmente, como riojano, recomendó algunos atractivos turísticos imperdibles de su provincia: La Rioja Capital y su centro histórico; el Parque Nacional Talampaya que es Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO, y desde Villa Unión hay que visitar el circuito del Triásico (un recorrido por imponentes paisajes rocosos y huellas de dinosaurios); el cráter Corona del Inca y Laguna Brava con su maravillosa diversidad de flamencos, vicuñas y guanacos, en una excursión que se puede hacer en el día. Para los amantes del folklore y las fiestas tradicionales, la provincia ofrece festivales de música todo el año y en febrero, la Chaya riojana con todo su colorido de carnaval ancestral.
Verano del 2002
Aquellos que acumulan más de tres décadas de experiencia en la vida, recordarán el verano de 2002, en medio del calor y los estertores de la crisis socioeconómica que había estallado en diciembre de 2001.
Sin fondos para subsistir, mucho menos para viajar, y tras una devaluación feroz que hacía imposible pensar siquiera en cruzar la frontera, muchos se lanzaron a vacacionar echando mano de los bonos provinciales que circulaban en aquel momento. Patacones en la provincia de Buenos Aires; Lecor en Córdoba, Federales en Entre Ríos, Huarpes en San Juan, Quebrachos en Chaco… llegó a haber 15 cuasimonedas diferentes, que funcionaron y se intercambiaron ante la ausencia de circulación monetaria y las restricciones impuestas por el «corralito».
Lo cierto es que, más de dos décadas después, la provincia de La Rioja reflotó estos instrumentos con una emisión limitada de «Chachos» en julio de 2024 para pagar salarios y aguinaldos provinciales. Los billetes, que evocan la figura de quien fuera el último caudillo federal, asesinado en 1863 y exhibida su cabeza en la plaza principal de La Rioja, tienen varias medidas de seguridad como marcas de agua y códigos QR invisibles.
Esa primera emisión, de unos $13.000 millones, fue rescatada a fines de 2024, tras lograr reactivar el consumo interno y la economía en la provincia. Y un año después vuelven, para incentivar que los viajeros recorran los increíbles paisajes riojanos. /IProfesional