La creciente extraordinaria del Río Pomán como consecuencia de las intensas precipitaciones que se registraron el fin de semana provocó daños materiales invaluables.
Todo el balneario sufrió la furia de la naturaleza. La pileta, mesas, bancos y el kiosco fueron arrastrados por las aguas. Además, se produjo rotura de la toma de agua, por lo que la localidad está sin suministro hídrico.
Hay viviendas con daños de importancia.
Vecinos relataron que el estruendo de las piedras que arrastraba el río era similar a temblores de magnitud por lo que muchos optaron por retirarse de sus domicilios ante el temor del colapso de las estructuras.