Un grupo de diez trabajadores rurales de Rosario de Lerma se salvó de milagro al ser arrastrados por la corriente del Río Carabajal cuando intentaban cruzarlo para ir a trabajar. El tractor que llevaba los acoplados se quedó atascado en un hueco en medio del río, pero el agua empezó a empujar al pesado vehículo. Los acoplados que iban detrás del tractor se volcaron parcialmente y los trabajadores tuvieron que tirarse al agua.
Nadie resultó herido en este percance, que por lo visto se da a diario en esta zona rural de Rosario de Lerma. Los accidentados grabaron todo lo que pasaba y animaron al tractorista, que no se bajó del vehículo que estaba casi sumergido en el río. En ese momento, otro tractor más grande llegó a rescatar al rodado, que se hundía cada vez más.
El valiente, cuyo nombre se desconoce, nunca se lanzó al agua y esperó la ayuda. Después de casi una hora, el tractor siniestrado pudo salir del río gracias a las acciones del otro vehículo que lo ayudó. Los vecinos y maestros que no pudieron pasar el río Carbajal celebraban que el tractor resistiera al caudal furioso del río, que en esa parte alta de la cuenca hídrica se llama río Rosario.
Gustavo, trabajador de una plantación de tabaco, dijo que «esto pasa todos los días. Estamos acostumbrados a estos peligros. Nos prometieron un puente con mucha publicidad y nunca lo hicieron. Parece que alguien se quedó con el dinero. Lo que pasó hoy pasa siempre, el agua nos lleva y si llegamos al otro lado, seguimos trabajando bajo la lluvia. Necesitamos trabajar, de esto depende la comida de nuestros hijos».
Mario, maestro de la escuela rural de Carabajal, explicó que cuando los tractores pueden pasar, hay clases. «Hoy no hubo clases. ¿Cómo pasamos este río tan fuerte? Nos quedamos a ver cómo sacaban el tractor del río. A la inversa, los chicos que vienen del otro lado y tienen que venir al secundario no pasan y pierden clases. Nosotros vamos a la escuela del otro lado del río, y esto es constante en estos meses hasta que el agua baje más o menos en mayo».
Carabajal es una comunidad rural que se encuentra aislada y en condiciones precarias a tan solo 5 kilómetros de Rosario de Lerma. Sus pobladores trabajan en el tabaco y enfrentan numerosas dificultades para acceder a servicios básicos como electricidad, agua potable, salud y educación. Además, sufren las consecuencias de las lluvias que provocan la crecida del río Rosario, que rodea el paraje y dificulta el tránsito y la comunicación con otras localidades.