|Nacionales | 24/08/2025 |

Boca le ganó a Banfield y consiguió su segunda victoria


Con goles de Merentiel y Cavani, el Xeneize derrotó 2 a 0 a Banfield y escaló hasta la cuarta posición de la Zona A del Clausura.

boca

Que este Boca está en evolución es una evidencia que salta a la vista. Todavía no deslumbra en el juego, pero la diferencia con lo que era hace menos de un mes es notoria: aquel equipo que se desmoronaba ante rivales menores, que no lograba sostener un dominio ni mostraba rendimiento aceptable, hoy transmite otra seguridad y convicción.

 

El punto de inflexión llegó en el segundo tiempo contra Racing. Desde entonces, Miguel Ángel Russo encontró la forma de liberar a Leandro Paredes, sumar a Palacios como socio, consolidar la dupla central y darle al equipo una identidad más clara. No hay misterios tácticos, pero sí un mérito concreto: Boca ahora se planta, marca diferencias, ataca más y elabora mejor.

 

Presión alta y dominio sostenido

Frente a Banfield, gran parte del partido fue un monólogo xeneize. Presión alta, línea de cuatro adelantada y paciencia para mover la pelota, aunque en algunos tramos esa calma se volvió exceso. Troglio apostó a replegarse y esperar la contra, pero Boca encontró movilidad y huecos para generar peligro.

 

Ese protagonismo sostenido no se había visto con los últimos entrenadores, ni con el conservador Alfaro ni con los más “fantasistas” Gago, Martínez o Almirón. Incluso con el propio Russo era una deuda pendiente. Por eso el cambio merece ser destacado: habrá que ver si se trata de una tendencia real o de una anomalía.

 

Con Battaglia cubriéndole la espalda, Paredes recuperó su versión más cercana al conductor que alguna vez insinuó. Se soltó, llegó al área y fue protagonista. Tuvo una pared con Cavani que obligó a Saguinetti, un centro preciso para el uruguayo, un remate de media distancia apenas desviado y un pase filtrado brillante para Aguirre en la jugada que terminó en gol de Merentiel.

 

El tanto, más que sorpresa, fue una consecuencia inevitable. Boca desperdició ocasiones claras con Merentiel, Palacios, Pellegrino y Blanco, pero el equipo nunca se frustró. La Bombonera tampoco: la gente pareció disfrutar de un equipo que, lejos de impacientarse, crecía en convicción y juego asociado.

 

El sufrimiento y el desahogo

Banfield recién se animó a los 20 del complemento, con una llegada de Méndez que obligó a Marchesín y encendió las alarmas. Desde ahí el visitante generó un par de situaciones que exigieron a Boca, hasta que en el final apareció la fórmula salvadora: córner, cabezazo de Battaglia al travesaño y Cavani para empujar el rebote, sacarse la mufa y sellar la victoria.

 

La semana pasada contra Independiente Rivadavia, el triunfo había llegado desde la lucha. Esta vez, en la Bombonera, fue de la mano del juego. Y Boca se demostró a sí mismo que, además de pelear, también tiene fútbol para dar.