El camino a El Tolar, una de las obras más esperadas y pedidas por la comunidad catamarqueña, se encuentra en un estado de paralización total en virtud de la falta de fondos nacionales que se habían pactado en su momento para financiar los gastos de la obra.
La decisión fue informada por autoridades del Poder Ejecutivo.
La construcción del camino a El Tolar comprende un recorrido de 25 kilómetros en montaña, y tiene como objetivo brindar una vía de acceso segura y óptima a la comunidad de 90 personas entre niños y adultos que viven allí.
El Gobierno provincial avanzó con la apertura de traza y conformación de superficie de los primeros 10 kilómetros del camino de montaña a media ladera en el Norte de Belén. La apertura de traza tiene un ancho de calzada de 6,70 m, además se realizan banquinas, muros de contención, obras de arte, alcantarillas, entre otras intervenciones.
No obstante, todavía la obra no ha sido completada y para esto se esperaba el envío de los fondos que se habían acordado con el Gobierno nacional.
En su momento, los caciques de las comunidades originarias que se verán beneficiadas con este camino, Enrique González (Asampay), Ramón Enrique Gordillo (El Tolar) y Juan Carlos Ochoa (Chistin), habían manifestado su conformidad y celebraron los avances de los trabajos.
La obra de El Tolar contaba con una inversión aproximada de $5.000 millones de pesos y la intervención estatal a través de Vialidad Nacional, Vialidad Provincial, Ministerio de Obras Públicas de la Nación y Ministro de Infraestructura y Obras Civiles de Catamarca.
Dos rutas más en espera.
Si bien el Gobierno provincial ya había avanzado con la apertura de traza de la Ruta Provincial 42, que conecta la cima de El Portezuelo con Tintigasta, Guayamba y El Alto, ante la falta de envío de fondos nacionales comprometidos, la obra “deberá quedar paralizada por un tiempo”, según explicaron autoridades del Ministerio de Infraestructura y Obras Civiles.
En similar circunstancia se encuentra el proyecto de recuperación y pavimentación de la Ruta Provincial 2 que conecta las localidades de Ancasti, Anquincila e Icaño.