| Mundo | 04/12/2025 |

El triste final del niño que murió decapitado en el tobogán acuático más alto del mundo


tobogan estados unidos

Caleb Schwab tenía 10 años cuando se subió a la atracción llamada Verrückt, que significa “loco” en alemán. Los detalles de lo que sucedió tras el accidente con el parque acuático ubicado en Kansas, Estados Unidos

Lo que debía ser un día de vacaciones familiares terminó en tragedia en el Schlitterbahn Waterpark Kansas City, cuando  en el año 2016 Caleb Schwab, de 10 años, murió al subir al Verrückt, el tobogán acuático más alto y veloz del mundo en Kansas, EEUU. El menor, hijo del legislador estatal Scott Schwab, sufrió un impacto fatal después de que el trineo en el que viajaba se desestabilizara y se elevara fuera de la rampa, chocando contra la estructura metálica.

 

Cómo ocurrió el accidente


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Según testigos y los primeros informes, el trineo que transportaba a Caleb y dos mujeres adultas perdió contacto con la superficie tras el primer descenso de 51 metros. La red de protección no contuvo el impulso y el niño impactó contra un poste metálico, provocándole la muerte inmediata por decapitación. Las otras dos pasajeras resultaron con heridas menores.

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Una atracción cuestionada desde su diseño

El Verrückt —inaugurado en 2014 y creado por el empresario Jeff Henry— ya acumulaba advertencias técnicas. Con 51 metros de altura y velocidades que superaban los 110 km/h, su diseño combinaba una caída extrema y una segunda rampa que generaba rebotes impredecibles. Los pasajeros solo contaban con cinturones de velcro y una red tubular de nylon como medidas de seguridad.

 

Investigaciones posteriores revelaron fallas de ingeniería, irregularidades estructurales y reportes previos de incidentes similares que no habían sido atendidos.

La reacción del parque y el impacto en la comunidad

Tras el accidente, el parque cerró de inmediato la atracción y la zona circundante. Días después, la familia Schwab expresó su dolor y pidió responsabilidades: “Ninguna familia debería vivir esto. Buscamos respuestas, no dinero”, dijo el padre del niño.

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Investigación y cierre definitivo

Tanto la Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo como la Policía de Kansas confirmaron que la atracción no cumplía estándares mínimos de seguridad. Una inspección general detectó fallas en otras instalaciones del parque.

 

El Verrückt fue desmantelado y el terreno que ocupaba quedó vacío, como un recordatorio del accidente que conmocionó a Estados Unidos.